La evaluación en el análisis de discurso

Título: Apunte para una decripción inicial de la evaluación

Germán Varas

Evaluación es el término general para referir a la expresión de actitudes, posicionamientos, puntos de vista o sentimientos del hablante con respecto a las entidades o proposiciones que aborda (Hunston & Thompson, 2000, p.5). De acuerdo con estos autores, el concepto se ha empleado de distintas maneras dependiendo de las diversas posiciones teóricas. Por ejemplo, se ha usado para referir a connotaciones de ítems léxicos (Lyons, 1977, en Hunston & Thompson, 2000), a los afectos (Besnier, 1993, en Hunston & Thompson, 2000) y actitudes (Tench, 1996, en Hunston & Thompson, 2000) de los usuarios de la lengua. En otras ocasiones se ha usado para abordar los conceptos de modalidad, en relación con la probabilidad de los eventos, y evidencialidad, en relación con el grado de certeza que una persona tiene para realizar una reivindicación epistémica. Incluso estos dos últimos conceptos vinculados con la evaluación han sido considerados de manera distinta desde la lingüística sistémico funcional (LSF). Mientras que Halliday (1994) trata la modalidad separadamente del significado actitudinal en el sistema de modo, Martin (2005) desarrolla el sistema de VALORACIÓN (appraisal, en inglés) que, en palabras generales, reconoce sistemáticamente la evaluación, la certeza y el compromiso del hablante, además del posicionamiento de su voz con respecto a otras voces y posiciones en el discurso (Oteíza, 2017).

Independiente de la teoría desde la cual se aborde, la evaluación es importante, principalmente, por tres razones (Hunston & Thompson, 2000). La primera razón se relaciona con su capacidad para expresar la opinión del hablante y, de esta manera, reflejar el sistema de valores, creencias y entendimientos (es decir, la ideología) de esa persona o de su comunidad. Por ejemplo, la reivindicación epistémica "nuestro objetivo es impulsar la transferencia de los resultados con el objetivo de contribuir al desarrollo de Chile y el mundo" implica, entre otras cosas, que el sistema de creencias, valores y entendimientos de la sociedad chilena ve la transferencia del conocimiento científico hacia el sector privado como una práctica válida y esencial para mejorar la economía. El segundo motivo refiere a la capacidad de construir y mantener relaciones entre el hablante y su audiencia. Esto implica el uso de ciertas estrategias lingüísticas para alinearse con el receptor del mensaje o lector ideal (putative addressee, en términos de White, 2010), como, por ejemplo, el uso de elementos valorativos en posición temática que son difíciles de desafiar y atenuadores que permiten modalizar las reivindicaciones epistémicas con el fin ajustarse a las convenciones sociales de los géneros discursivos. Por último, la tercera razón se relaciona con su capacidad para organizar el discurso. De acuerdo con Hunston y Thompson (2000), la evaluación forma flujos valorativos que permiten expandir los significados de los discursos.

La evaluación con enfoque interpersonal

Como se ha descrito, diferentes enfoques han aportado a la descripción del lenguaje evaluativo (por ejemplo, Hunston y Thompson, 2000; y Kerbrat-Orecchioni, 1986). A partir del desarrollo de estos primeros esfuerzos, Martin y White (2005) desarrollan una perspectiva intersubjetiva social sobre la evaluación y proponen una mirada complementaria de los significados interpersonales que va más allá de la gramática y los sistemas interpersonales de rango de cláusula, como el modo y la modalidad (Oteíza, 2017, p.460). La perspectiva de análisis del lenguaje evaluativo desarrollada por Martin y White (2005) considera tres dominios o sistemas: ACTITUD, GRADUACIÓN y COMPROMISO.

El sistema de ACTITUD se relaciona con las formas en que los sentimientos son vistos como un sistema de significados. Según Martin y White (2005), este sistema tiene tres áreas semánticas: las emociones (AFECTO), que abordan la expresión de los sentimientos positivos y negativos; la ética (JUICIO), que se preocupa de las actitudes hacia el comportamiento, es decir, admirar o criticar, felicitar o condenar; y la estética (APRECIACIÓN), que implica las evaluaciones de fenómenos semióticos y naturales según las formas en que son valorados o no en un campo determinado. Una precisión interesante encontrada en Oteíza (2017) es que, aunque los tres sistemas de ACTITUD codifican el sentimiento, es el de AFECTO el que puede ser visto como el sistema básico dado que los otros dos corresponderían a sentimientos institucionalizados por la ideología de las sociedades. El subsistema de GRADUACIÓN, por su parte, básicamente se relaciona con el hecho de que los valores de las actitudes pueden ser aumentados o disminuidos en el discurso. Finalmente, el sistema de COMPROMISO lidia con la negociación interpersonal de los recursos de actitudes, es decir, responde a una perspectiva dialógica cuyos fundamentos, afirma White (2010), pueden encontrarse en la idea de Voloshinov (2009) que establece que la realidad del lenguaje-habla no es el sistema abstracto de formas lingüísticas, sino más bien el evento social de la interacción verbal implementada en los enunciados. Dada esta perspectiva dialógica, el sistema de COMPROMISO permite analizar la fuente u origen de actitudes e identificar si el discurso acepta posiciones alternativas (Oteíza, 2017, p.464).

White (2010) desarrolla el sistema de COMPROMISO y reconoce tres conceptos que son clave para entender la evaluación desde la perspectiva dialógica, a saber, direccionalidad, alineación axiológica y comunalidad. El concepto de direccionalidad implica que todo discurso se construye en relación con un lector ideal (o pensado de antemano) a quien el autor le proyecta sus valores, creencias y expectativas. Entre los mecanismos discursivos que permiten esta proyección se encuentran la contraexpectativa, realizada prototípicamente mediante cláusulas concesivas (por ejemplo, aunque la gente piense lo contrario, nuestro fin es mejorar la calidad de vida de las personas), y la negación, que supone la posibilidad de que alguien puede pensar lo opuesto (por ejemplo, esto no quiere decir que el financiamiento sea irregular). White (2010) describe además dos conceptos que son clave para la negociación de los significados: por un lado, la monoglosia, donde los enunciados pueden ser presentados como aserciones (por ejemplo, nuestra inversión es positiva) o como presunciones (por ejemplo, nuestra empresa contribuye al desarrollo económico y social de Chile) que cierran el espacio dialógico entre los interlocutores; y por otro, la heteroglosia, donde los enunciados se construyen sobre la premisa de que la posición entregada es solo una de varias (por ejemplo, el gerente afirma que el propósito es fomentar la inversión). El concepto de alineación axiológica, por su parte, alude básicamente a la posibilidad que tiene el hablante para alinearse de manera implícita (evocada) o explícita (inscrita) con los valores y creencias de su lector ideal. Por último, el concepto de comunalidad refiere a la manera en que los textos lidian con las posiciones que pueden divergir de aquellas abordadas en el texto; de este modo, los enunciados monoglósicos ayudan a cerrar la posibilidad de contra-argumentación mientras que los heteroglósicos abren la posibilidad a aceptar visiones alternativas sobre un determinado fenómeno. Como conclusión, creemos que esta perspectiva dialógica de la evaluación, desarrollada desde el marco de valoración, es, sin duda, una importante herramienta para el análisis de las reivindicaciones epistémicas con que los actores de las alianzas I+D valoran interpersonalmente las tecnologías transferibles.

Nota:

En los últimos 10 años ha habido una gran cantidad de investigaciones que han contribuido al desarrollo del modelo de VALORACIÓN. Entre estas, es posible encontrar el trabajo de Vian (2008, 2009), sobre recursos evaluativos en el grupo nominal del portugués brasileño; los estudios de Ngo y Unsworth (2011) y Ngo (2013), sobre los posicionamientos evaluativos en el vietnamita; las investigaciones de Achugar (2008), Achugar y Oteíza (2009), Oteíza (2009), Oteíza y Pinuer (2012, 2013), sobre los recursos evaluativos en la construcción de la memoria y la violación de los DD.HH. en Latinoamérica; y los trabajos de Bolívar (2007) y Kaplan (2009), sobre los recursos evaluativos en conflictos armados y su representación en discursos públicos en Venezuela.

Referencias

Achugar, M. (2008). What We Remember: The Construction of Military Memory. Amsterdam and Philadelphia, PA: John Benjamins.

Achugar, M., & Oteíza, T. (2009). 'In whatever language people feel comfortable': Conflicting language ideologies in the U.S. Southwest border. Text & Talk, 29(4), pp. 371-91.

Bolívar, A. (ed.). 2007. Análisis del discurso. ¿Por qué y para qué? Caracas: CEC.

Halliday, M. (1994). On language in relation to the evolution of human consciousness. En S. Allen (ed.). Of thoughts and words. The relation between language and mind (pp.390-432). Londres: Imperial College.

Hunston, S. & Thompson, G. (2000). Evaluation in Text: Authorial Stance and the Construction of Discourse. Oxford, Inglaterra: Oxford University Press.

Kaplan, N. (2009). 'Héroes, villanos y víctimas': La construcción discursiva de personajesen las noticias televisivas sobre eventos conflictivos. En M. Shiro, P. Bentivoglio y F. Erlich (eds), Haciendo discurso. Homenaje a Adriana Bolívar (pp. 451-66). Caracas: Universidad Central de Venezuela.

Kerbrat-Orecchioni, C. (1986). La enunciación. De la subjetividad en el lenguaje. Buenos Aires, Argentina: Edicial Ediciones.

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Ngo, T., & Unsworth, L. (2011). Vietnamese person reference system as an appraisal resource. En T. Lê y Q. Lê (eds), Linguistic Diversity and Cultural Identity: A Global Perspective (pp. 185-206). Nueva York, Estados Unidos: Nova Science.

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Vian, O. 2008. Appraisal system in Brazilian Portuguese: Resources for graduation. Odense Working Papers in Language and Communication 29: 825–9.

Vian, O. 2009. O Sistema de Avaliatividade e os recursos para Gradaçao em Língua Portuguesa: Questoes terminológicas e de instanciaçao. DELTA 25(1): 99–129.

White, P. (2010). Taking Bakhtin seriously: dialogic effects in written, mass communivative discourse. Japanese Journal of Pragmatics, 12(1), pp. 37-53.